El último juego de carreras de los estudios Turn 10 tiene de todo: cientos de vehículos reales, una gran cantidad de circuitos y opciones de ajuste para darle un toque personal a tu coche. Sin embargo, lo más sobresaliente es su capacidad para adaptarse a cada jugador, desde los que nunca han manejado en su vida hasta los que buscan una experiencia de simulación que no perdone hasta el más mínimo error.
El modo principal te permite correr a través de distintas temporadas y campeonatos. Su mecánica es simple, al cruzar la bandera a cuadros será desbloqueado un nuevo evento, dejando en tus manos la decisión final para competir o mejor pasarlo por alto. El modo carrera se rige por un calendario, donde las peleas por cada campeonato se llevan a cabo en intervalos de dos o tres semanas.
Las alternativas que se presentan en el modo carrera cambian acorde a los vehículos de tu garaje. Si el único medio de transporte a tu disposición es un auto compacto, pues te quedarás con las ganas de competir contra bestias de ocho cilindros. Conforme vayas logrando buenos resultados, ganarás dinero para hacerle mejoras a tu vehículo y poder comprar un coche decente. Además del incentivo económico recibes puntos de experiencia que te regalan un buen auto cada vez que subes de nivel.
Por primera vez en la serie tenemos la posibilidad de regresar en el tiempo con un solo botón, si te saliste del camino por tomar una curva demasiado rápido, puedes llegar justo a ese instante donde se te olvidó pisar el freno.
Dicha función puede ser usada las veces que sea necesario y te ahorra la necesidad de repetir toda la carrera por un solo error. El hecho de regresar en el tiempo se considera una opción de asistencia más, por lo que debe ser usada con moderación.
Existe una casa de subastas en línea similar a la de Forza 2, donde encontrarás automóviles de otros usuarios a pecios razonables y podrás poner a la venta de una vez por todas ese coche que tienes arrumbado en el garaje. Es posible incorporar casi cualquier imagen a tu vehículo favorito, siempre y cuando dispongas de mucho tiempo y paciencia, ya que las herramientas de personalización son complejas.
Vale la pena darse una vuelta para apreciar lo que puedes llegar a crear, y si no quieres meterte en problemas, siempre puedes pagar por un diseño original.
Sobra decir que los más de 400 autos son una verdadera reproducción de sus contrapartes en la vida real, desde la pintura de agencia hasta el interior de cada vehículo. El sistema de colisión no es perfecto pero cumple su cometido, al chocar cada autoparte involucrada sufre un daño físico que puede afectar el desempeño en la carrera, así que vale la pena invertir un poco de dinero en hojalatería y pintura cada vez que cometas un percance.
Los interiores no muestran el nivel de detalle que apreciamos en la carrocería, sin embargo, ofrecen una buena oportunidad para conocer cómo es el coche de tus sueños por dentro.
Al jugar en Xbox Live te encontrarás con amigos y pilotos que no tendrán reparo en sacarte del camino para subir una posición y el quedar en primer lugar se siente mucho mejor que ganarle a la computadora. Los modos de juego incluyen carreras de eliminación, persecución por equipos y una serie de eventos que prometen mantenerte pegado al volante. Si de plano se te olvidó pagar Xbox Live, podrás invitar a un amigo y competir en pantalla dividida usando cualquier combinación de vehículos, aunque no formen parte de la misma categoría.
La experiencia en cada carrera cambia por completo al manejar con un volante y pedales, es entonces cuando puedes sentir cómo se comporta el coche de tus sueños. Si quieres llegar al extremo, consigue otras dos consolas y pantallas para recrear toda la cabina y correr como un piloto en la vida real.